Forma parte ya del lenguaje cotidiano denominar Zona Cero a aquel espacio (físico o no) que ha sido objeto de un acontecimiento de tal magnitud que, automáticamente, pone el contador a cero en la historia particular de ese sitio (físico o no): primero para que no se olvide y, segundo, para que todo pueda ser reformulado desde ese nuevo punto de partida. El momento actual de crisis generalizada puede convertirse (si no lo ha sido ya) en la Zona Cero para la arquitectura en nuestro país: un espacio de tiempo, concreto, a partir del cual nos veremos obligados a buscar nuevos caminos. / Forms part of everyday language to call Zero Zone to that space (physical or not) that has undergone an event of such magnitude that automatically sets the counter to zero in the particular history of that site (physical or not): first so that is not forgotten and, second, so that everything can be reformulated from this new starting point. The present time of general crisis can become (if it has not already been) at Zero Zone for Architecture in our country: a space of time, concrete, from which we will be forced to seek new ways.

26/6/12

COLLEGE BRIDGE / NEY&PARTNERS + SUMPROJECT

NEY&PARTNERS+SUMPROJECT, Puente peatonal colgante en Kortrijk, Bélgica 
La distancia –si es que la hay- entre una buena obra de ingeniería civil y una, buena también, de arquitectura es cada día más pequeña si concurren en el proyecto y la obra (y eso ya no es tan habitual), equipos multidisciplinares compuestos por ingenieros y arquitectos que aportan, cada uno, su especial visión del objeto. Esta circunstancia, la comunión de dos equipos, uno de obra civil, NEY&PARTNERS, capitaneado por el ingeniero civil Laurent Ney, y la oficina de arquitectos, SUMPROJECT, dirigida por Paul Livervrown, ambos de Bélgica, dio como resultado un magnífico ejemplo de puente colgante peatonal en la ciudad flamenca de Kortrijk, que fue presentado por los autores al pasado Premio Mies van der Rohe.

NEY&PARTNERS+SUMPROJECT, Puente peatonal colgante en Kortrijk, Bélgica 
Una delicada cinta metálica en forma de S, que se eleva con suavidad desde ambas orillas, salvando el cauce del río, casi sin esfuerzo, suspendida de una doble catenaria.         

(Extracto del texto de presentación al concurso)






....Un puente debe ser una trayectoria continua que atraviesa un obstáculo en algún punto en el tiempo – en este caso el río Leie-. Con el fin de garantizar una distancia de 7 m sobre el nivel del agua, en el punto medio de los 40 metros de ancho del cauce, el puente arrancaba, desde a ambas orillas, a una altura de 5 m sobre el nivel del suelo; desde estos puntos, unas suaves rampas descienden, con una pendiente máxima del 5%, hacia su encuentro con las riberas. Estas condiciones dieron como resultado de un trazado del tablero en forma de S. Éste se resuelve con una viga de acero curvada 1 m. de altura y 3,2 m. de ancho. El puente no sólo abarca el río, sino que se extiende sobre los márgenes, alcanzando una longitud total de 100 m + 40 m + 100 m = 240 m.
NEY&PARTNERS+SUMPROJECT, Puente peatonal colgante en Kortrijk, Bélgica, planta general y sección 
La oficina Ney+Partners propuso suspender la traza en S del tablero desde un cable a modo de una catenaria (es decir, una cadena de la que colgar una carga) en el espacio. Debido a la simetría de la curva en S, se duplica el cable: uno a la izquierda y uno a la derecha del eje central de la ruta. Tres curvas espaciales definen la geometría del puente: el eje central de la cinta y las dos catenarias de los cables de suspensión. Una vez que se establecen ciertos parámetros, como las posiciones de apoyo y la carga, los cables encuentran su propia posición en el espacio. Para el desarrollo de la forma de estos cables de suspensión, se utilizó el método form-finding para sistemas de pretensado que fue convenientemente adaptado a las necesidades específicas del proyecto.

NEY&PARTNERS+SUMPROJECT, Puente peatonal colgante en Kortrijk, Bélgica, vistas 
Como resultado, la ondulante S del puente de la Universidad responde a dos necesidades básicas del proyecto: por un lado, a los requisitos principales de un pasaje-puente con rampas bajas para los ciclistas, por otro lado a la integración natural del diseño en el paisaje.








Fuentes:
+ Fotógrafo:Serge Brison
+ Premio Mies van der Rohe 2011